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 La vida es una danza eterna entres razón y sentimientos; no puede existir el uno sin el otro.

"Te sentiste ofendido, te pedí perdón, dijiste que me perdonabas, pero aun así intentaste herirme más de una vez, tus demonios despertados por la opinión de la gente fueron más fuertes que nuestra amistad."

  "Por más extensa que sea la noche, el amanecer siempre la alcanza; así también, el amor ignorado y la amistad descuidada no resisten la eternidad: terminan por desvanecerse, como sombras ante la luz."

Se nos ha dado un tiempo valioso para vivir y decidir cómo lo administramos. Aprovéchalo plenamente. No caigas en la trampa de pensar que vas más rápido que los demás, que tu vida es perfecta o que los otros van detrás. Vive con paz y plenitud. Recuerda que nadie llega solo: siempre se necesita una mano que levante al que está abajo, para que ambos puedan subir un nivel más. Donde no puedas sumar, no restes. Cada día que pasa es un número menos; haz que cada uno cuente.

 "Maldito amor que me reniega, que me ama, cela y difama; que tiene más ganas de herir que de amar. Tu intención y tu acción buscan hacerme ver culpable de nuestros errores y caprichos... y mi silencio, tu cómplice."

 Te amé tanto, que aún estando prohibido por la fuerza divina; TE DI PODER PARA DESTRUIRME, no dudaste en usarlo, lo peor de todo es que he seguido AMÁNDOTE.

  "Es mejor tener la valentía de sanar que caer en la autodestrucción. Mantener la distancia también puede ser un acto de amor. Perdonarse a uno mismo es necesario, y perdonar a los demás, liberador."

 "Poseo el poder de mirar con atención, observar con claridad, escuchar con empatía y guardar silencio con sabiduría."

Me amaste tanto que no pude medirlo, y con esa misma intensidad ahora me odia. Juan Lora

"Te inducen a que empieces a destruirte con tu propia mente, para luego desmoralizarte y así poder aniquilarte por completo."

No te desgastes intentando sanar una sociedad rota, sin rumbo ni identidad; una sociedad que se autodevora, impulsada por los débiles de mente y espíritu, que atacan en otros lo que no soportan ver en sí mismos. No viven ni permiten vivir. Agonizan en cada segundo de esta vida fugaz, desperdiciando lo poco que tienen mientras siembran tristeza y miseria a su paso. ¿Qué esperar de una humanidad con doble moral, que aplaude lo que condena y condena lo que envidia? Al final, cada quien da de lo que le sobra: unos amor, otros veneno.