No debí amarte, lo sé,

No debí amarte, lo sé, pero evitarlo… jamás pude hacer. Fuiste tormenta y calma a la vez, un suspiro que no supe contener. Mi vida entera por ti daría, y sin dudarlo, por ti, la perdería. Eres amor callado, celoso y profundo, que agita mis noches, que rompe mi mundo. Te amo en silencio, sin voz ni permiso, y sé que me amas, aunque niegues el hechizo. Es un querer que el destino condena, pero en mi pecho florece, aunque duela.